jueves, 24 de abril de 2014

Batichica













Como Fanatica de Batichica y de las historias de cambio de cuerpo esta es una de las historias mas facinantes para alguien como yo por lo que en este Blog llamado opiniones del cambio de cuerpo, es apropiado expresar una de las historias que según mi opinion son facinantes espero les guste aunque no dude que la mayoria ya la haya leido en otros blogs.

miércoles, 9 de abril de 2014

METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER CAPITULOS 9 Y 10

METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER
CAPITULO 9
EN EL CENTRO COMERCIAL

El centro Comercial estaba abarrotado de gente que se movilizaba rápidamente entre murmullos de un lugar a otro afinando las últimas compras para celebrar la navidad que ya se venía al día siguiente. Mi padre me miraba con desconsuelo, al ver la muchedumbre haciendo filas en las cajas.

Tenemos para rato decía, mientras sostenía algunas prendas de vestir para mi hermano y mi mama que yo le había ayudado a escoger.
.
Si, y aun falta el mío le dije sonriendo. A sabiendas que yo aun no había comprado un mísero regalo para ningún miembro de mi familia.

El me abrazo y me dio un beso en la frente. Eso me hizo sentir muy bien, yo adoraba a mi papá, pero en mi rol de hombre machista, no podía graficárselo o al menos esa concepción tenía yo, pero ahora en mi cuerpo de esta preciosa nenita podía dar rienda suelta y hacerle todo tipo de mimos a este hombre que había contribuido a darme la vida. Ahora fui yo quien lo abrasé y le di un tierno beso en la mejilla. Una señora que estaba detrás de nosotros nos miraba y luego comentó
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Que hija mas amorosa, además de preciosa tiene usted caballero. Ojalá mis hijas fueran así con mi marido.

Mi papá me miro sonriendo, casi con orgullo mientras le brillaban los ojos por la emoción. Creo que nunca antes lo había visto de este modo, pero ahora en esta faceta hacía que mis sentimientos fluyeran por naturaleza provocando que estos se proyectaran a concho sin tener que reprimirlos para demostrar lo que sentía por él.

Cuando caminábamos por las galerías del MALL, se quedo más atrás y me dijo.

 De verdad si que estas muy bonita Ale.

 ¿Tu crees que soy linda?.- le dije mirándome en una de las vitrinas de los locales del lugar.
 
Podía ver mi estupenda figura que se reflejaba en el vidrio de una boutique, me había puesto unos SHORTS de gabardina verdes tipo militar que me hacían resaltar mi levantado trasero sostenido por aquellas hermosas piernas que aun no podía creer que fueran mías. Mi abdomen estrecho se podía divisar por debajo de aquel top que insinuaba en algo mi ombligo al hacer algún movimiento brusco al coger las bolsas de compra que iban aumentando poco a poco cada vez que ingresábamos a las tiendas.

Eres muy linda hija mía. Ese Jaimito es un tipo afortunado. No puedo negar que los celos de padre me consumen.

No había pensado en Jaime quien ya estaba en la ciudad y de seguro iría a buscarme. Eso me volvió a poner nervioso y la sonrisa que tenía mi semblante pareció desaparecer de mis labios.

 ¿Te pasa algo?.

No papá es queee…. No le he comprado el regalo aun.

Ni a usted, ni a Jaime.

 Y hablando del rey de Roma.- Dijo mi papá.

Sentí que el pecho se me apretaba y un ligero calorcito de nerviosismo me alborotó mi cuerpo cuando vi que se acercaba Jaime. Saludó primero cortésmente a mi padre. Y luego con una cara de felicidad expresada a mil me abrazo efusivamente mientras me alzaba en sus brazos. Me sentí “el tipo” más ridículo del mundo en esos breves instantes y peor aún cuando mis pies apoyaron el suelo y el acercó sus labios para besarme. Tan pronto sentí su boca sobre la mía gire la cabeza y su beso fue a parar en mi mejilla.


No ves que está “mi papi”- Le dije, creo que rojo por la situación que me acongojaba.

Aún no asimilaba quien era yo ahora, a ratos olvidaba que era una mujer y sentía que todo estaba mal. No podía ser que viniera Jaime mi amigo de toda una vida, mi compañero de juegos, mi dupla goleadora en los partidos de futbol y de algunas noches de juerga, tuviera la desfachatez de besarme y tratarme como su novia. Qué cosas decía, si después de todo eso era yo ahora para él. Su novia.
Mi padre nos dijo que le acompañáramos hasta el estacionamiento, imaginando que me quedaría con Jaime.

 Si suegro yo después la llevo en mi auto.

 No, (dije algo incomodo). Yo me quiero ir a la casa

Mi amor. ¿Qué te pasa? . Me dijo Jaime con un rostro desilusionado.

 Es que ya te dije por teléfono. Y le susurré al oído ando indispuesta.

Le vi su rostro de decepción y pensé que sería bueno hablar con él después de todo era alguien de confianza y serviría para conocer mas de esta nueva vida a la que el destino me estaba obligando a vivir así es que acepté.

Jaime era un tipo bien parecido, siempre lo fue, pero creo que ahora lo encontraba mucho más guapo. Me gustaba hasta su forma de vestir cosa que nunca me había importado, en el pasado habíamos sido, como lo había comentado siempre muy buenos amigos, y pensaba que si el destino me había cambiado mi historia desde el principio de mi vida, entonces era lógico que alguien así fuese mi novio. Al menos eso me daba un poco de tranquilidad para enfrentar todo lo que se me venía.

Caminamos por el Mall mientras trataba de no cometer algún error al referirme a mi género cada vez que platicábamos sobre algún tema Yo me dejaba tomar de la mano a ratos pero cuando sentía que me incomodaba, se la soltaba buscando algún pretexto para salvar la situación actual en la que no quería estar.

Nos sentamos en frente a las mesas de una heladería para servirnos unas enormes copas de helados.

No sé como que aceptaste mi amor. - Me dijo mientras acomodaba la copa frente a mí. Como lo miré creo que con una cara de no entender su comentario continuó.

Siempre dices que el helado te hace engordar.

Estoy más bien flaca ¿No encuentras?- le dije. Mientras degustaba .mi porción

Estas linda. Me dijo.- Y se acercó susurrándome al oído. Eres deliciosamente exquisita y me siento el hombre más afortunado de que seas mía.
¿Suya? ¿De él? Esa frase me incomodaba yo era un hombre. Al menos aún pensaba como tal, pero no podía negar que aquellas palabras suyas casi calentonas y seductoras hacia mi persona me provocaban sentimientos extraños.

Llegué a sentir que la piel se me erizaba mientras sentía su respiración en mi oído y cuello Esa voz seductora, provocando en mi cosas a las que no estaba acostumbrado a sentir provenientes de otro hombre, y menos de él, mi gran amigo. Intentó besarme al principio me resistí. Algo había en mi como de mi interior que me llevaba a aceptar ese juego de seducción, Jaime comenzaba a gustarme sin saber porque ¿Cómo puede gustarme? Si yo soy un hombre al igual que él, aunque ahora mi ser ande deambulando en este hermoso cuerpo de mujer.

Tal vez sea porque biológicamente he cambiado si de hecho ando menstruando como toda una señorita, y por eso siento como sentiría una mujer cuando un hombre la seduce con sus encantos varoniles. Me tomó una de mis manos que ahora lucían pequeñas y las llevó a sus labios. Esa faceta de Jaime era desconocida para mí, aunque siempre fue un buen tipo, nunca me hubiese imaginado el que algún día me iba estar cortejando. En un momento distraído por los hechos y por el momento que vivíamos sentí su boca sobre la mía y no pudiendo resistirme sus labios comenzaron a jugar con los míos. Sin quererlo comencé a mover los míos al ritmo que me imponían los de él. Dicho beso se prolongó por unos segundos. Le sonreí cuando me despegué de él, creo que mas bien de nervios y continué de gustando el mantecado mientras me miraba con un rostro que reflejaba satisfacción y regocijo.

Me contó varios detalles de nuestra relación a las cuales tenía que fingir que ya lo sabía y debía comentarlas de manera normal como si todo eso también yo lo hubiese vivido. Debo reconocer que me sentí gratificado en su compañía me ayudo a comprar los regalos para los miembros de mi familia mientras no dejaba de platicarme de temas que parecían interesarme sobre todo de cosas que habíamos realizado en común y de que yo lógicamente no tenía idea de que así habían ocurrido, pero con su forma de relatármelas yo me las imaginaba y me llegaba a convencer de que de verdad yo había estado allí. De hecho entre ambos había una química sorprendente, que ni yo mismo comprendía, pero que lo asimilaba a nuestros años de amistad en la faceta de hombre-hombre, y que ahora en mi nueva fisonomía surgía o se transformaba en algo más que eso. Sin duda ambos nos llevábamos muy bien, pero me surgía la interrogante sobre la razón para serle infiel con Rafael y ahora que estaba junto a él y de lo bien que me hacía sentir me parecía imposible de que yo en esta anatomía fuese capaz de hacerle algo que para mi era tan sucio.

Nos separamos unos momentos en común acuerdo, para comprarnos nuestros respectivos regalos antes de que me regresara a casa. En donde obviamente mis padres lo invitaron a almorzar. La situación para mi aunque despejaba dudas sobre mi nueva vida  se tornaba como ribetes relativamente complejos.



METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER
CAPITULO 10
MI PRIMER DIA LABORAL

La tarde de Domingo la pasé en casa en compañía de Jaime: mi ahora novio; se marchó a su casa después del almuerzo luego de que amorosamente me ayudara a lavar los platos, mientras mi mamá me decía que no abusara de la tremenda paciencia y amor que él me tenía. Parecía feliz de compartir cada momento conmigo y me lo hacía sentir con los reiterados mimos que no escatimaba en hacerme sin importar quien estuviera cerca. Definitivamente parecía estar enamorado de mí.

Al día siguiente tenía que ir al trabajo por medio día, por ser 24 de diciembre, víspera de navidad.

En la mañana al levantarme, tuve que pedirle ayuda a mi mamá con el maquillaje con los nervios que tenía no podía controlar mi pulso; pintarme los labios y los ojos era una epopeya para mí. Así es que ella, con una ternura maternal que me emocionaba, me ayudó a hermosearme en aquella mañana. Como toda buena madre me preguntaba por ese raro accionar de mi parte en estos últimos días. Yo me preguntaba a mi mismo ¿Qué diría ella y todos los que me rodeaban si les dijera que hasta hacía dos días era un hombre que había despertado una mañana convertida en una bella mujer?

Seguramente correría el riesgo de que me declararan loca y hasta podría terminar encerrado en un manicomio, ya que, para todos ellos yo siempre había sido una mujer y me lo hacían saber por la naturalidad y espontaneidad en que se referían hacia mi persona.

Esta era mi nueva vida y debía enfrentarla de la mejor manera, sin cometer errores. Ahora era el momento de ir a mi trabajo, debía hacerlo bien, aunque me agobiara la idea de enfrentar a todos mis compañeros de trabajo ahora convertido en una bellísima mujer. Me coloqué unas pantaletas de encaje negras con el fin de sentir cómoda la toalla higiénica, y un brasier del mismo juego. Todo eso me hacía sentir muy femenina. Todo eso me facilitaba el esfuerzo que debía hacer para comportarme como lo que ahora era. El show fue ponerme la medias pantys , ya que, al no tener las uñas cortas y el nerviosismo que llevaba conmigo, provocó que antes de cumplir mi objetivo tuviese que romper dos juegos de estas. Chillaba como una adolescente con cada percance que me ocurría para poder alistarme mientras el reloj corría en mí contra. El suplicio de tener que usar una falda que era el uniforme que se utilizaba en la oficina fue el siguiente reto. A pesar que siempre me había excitado esa idea, otra cosa era llevarla a cabo. Pero una vez que me miré al espejo antes de salir me di cuenta de lo linda que me veía .Era la primera vez que salía vestidito así a la calle como toda una ejecutiva sobre unos zapatos con un tacón un poco elevado que por momentos pensaba que me iban a botar de bruces, pero no fue tan así a medida que caminaba por la calle en dirección a tomar la locomoción , como por arte de magia me adaptaba fácilmente,  es más notaba que hasta en mi andar era de lo mas femenino. Eso era algo que de verdad me sorprendía.

Cuando subí al colectivo (auto o taxi), me sentía casi desnuda al verme la punta de la falda mucho más arriba de la rodilla. Un joven que iba a mi lado en aquel coche me miraba de reojo mis lindas piernas que se lucían cubiertas por el maletín que llevaba a la oficina. Con el rostro que lucía el aludido, de seguro le había provocado una erección, pensé. Al imaginármelo, sentí una leve excitación que se reflejó con una sensación de placer entre mis piernas. Situación que me incomodó un tanto; Es que acaso a parte de cambiarme de sexo, esto a lo cual yo denominaba como un conjuro mágico, ¿también le había agregado al menú de mi personalidad el tener que ser una calentona hasta con el pensamiento? Por suerte llegamos rápidamente al sector donde se ubicaba el lugar de mi trabajo, todo esto ocurría cuando ya no podía más de lo incomodo que me sentía.

Caminé un tanto tembloroso hasta llegar a la oficina, sentía el aire fresco de la mañana colarse por entre las medias por debajo de mi falda, antes de llegar a la puerta principal de la sucursal del banco en que trabajaba. Mientras sentía las miradas de los transeúntes hacia la estupenda figura que ahora era mía. Me sentía increíblemente observado situación a la que no estaba habituado;
respire hondo e ingrese. Las piernas me tambaleaban de los nervios que sentía, Me saludaron las primeras personas de lo más normal que me hubiese imaginado, esto hizo que me fuera tranquilizando, facilitándome esa cuota de confianza que necesitaba para cumplir mi cometido en aquel primer día laboral envestida en esta nueva imagen.

Mi escritorio era el mismo, al igual la clave del computador, esto último lo comprobé al iniciar el sistema. El protector de pantalla había cambiado con un corte más femenino al igual que la decoración de mi sitio de trabajo en el que día a día recibía a posibles clientes en mi cargo de ejecutivo de cuentas de aquella empresa bancaria. Me puse a ordenar los documentos que había dejado pendientes el día viernes antes de irme a casa cuando aún era un hombre.

Tuve que enfrentarme uno a uno al resto de mis compañeros de trabajo que me trataban con una tranquilidad que me asustaba. Para todo el mundo yo era Alejandra Albanez y toda la vida había sido así, solo yo sabía que no lo era o al menos sentía que no había sido así. Con todos los hechos que me habían sucedido hasta estas alturas ya comenzaba a dudar de mi mismo. ¿Es que acaso yo siempre había sido una mujer y mi mente era la que ahora estaba equivocada?
Antes de que se abrieran los servicios de atención nos reuníamos en una charla diaria con nuestro jefe; momento en el cual servía para detallar nuestro desempeño tanto como equipo como también individualmente. Don Mirko Jancic, el jefe, era un tipo alto y rubio de aspecto europeo, debido a su ascendencia croata. Tenía el tipo un genio bastante desagradable cuando estaba de mal humor y siempre vestido de impecable traje oscuro que le daba una firme prestancia fiel al reflejo de su cargo.

 Alejandra ¿puede venir a mi oficina por favor? me dijo una vez terminada la charla.

Lo seguí mientras él se dirigía a su despacho situado al interior del recinto en un segundo piso, cuyo ventanal tenía la vista de todos los sitios de trabajo de cada uno de nosotros. Todo esto lo podía verificar al observar desde aquel lugar desde donde ciertamente se divisaban los funcionarios del banco iniciando sus labores habituales. Mi despacho al igual que el de la gran mayoría estaba dividido por pequeñas mamparas que lo hacía bastante acogedor. Todo esto lo podía divisar desde el ventanal antes mencionado.

Me pidió que me sentará yo traté de hacerlo cruzando las piernas como toda una señorita. El puso sus manos en el mentón para dirigirse a mí. Mientras yo temblaba de nervios ante la situación a que me enfrentaba. El pareció percatarse de aquello porque con un tono casi paternal me dijo,
Relájate niña ¿Qué te pasa? ¿Cuándo he sido yo pedante contigo?. Acuérdate que todos saben que eres mi regalona aquí en la sucursal del banco.

Lo que me estaba diciendo me sorprendía aún más. Lo cierto es que este hombre era bastante “pesado” con mi persona, así como también con el resto del personal, Nos reprendía severamente ante cualquier problema que se generara relacionado con el trabajo. Su trato simpático hacia mi ahora tan agradable, no dejaba de incomodarme. Yo solo atinaba a mover la cabeza en forma positiva.

A parte de ser una muy buena funcionaria, también eres la más linda aquí en la oficina, y por eso quiero que me acompañes en la reunión con los jefes de operaciones de las regiones que habrá aquí en la ciudad a comienzos del próximo año.

 ¿Y para cuando sería eso?

En un par de semanas y la verdad es que tú con tus encantos femeninos puede ayudar a que todo salga favorable para nuestra sucursal además que manejas muy bien el área de créditos. Esto será una muy buena oportunidad para ti para que logres ascender en esta empresa. Cuantos ingenieros matarían por tener una oportunidad como esta, así es que quiero que prepares el informe óptimo para que lo expongas en dicha reunión.

No podía negar que esta era una oportunidad fabulosa que se me presentaba y todo gracias a que a parte de todos los conocimientos que tenía en el tema de la finanzas, era por ahora ser también una mujer preciosa que irradiaba esa cuota de belleza que siempre se necesitaba para lograr un lugar de privilegio en las competencias del diario vivir. Al parecer el dicho que una cara bonita y un buen trasero además de unas tetas, era una mina de oro parecía ser cierto.

Si lo haré. Le dije. Y no lo defraudaré. Estaré a la altura que usted y todo el directorio lo esperan.

Lo sé, por eso confío en ti, Una mujer inteligente y hermosa es el complemento exacto que cualquier hombre busca, Lastima que yo ya este casado.

Solo atiné a sonreír nerviosamente, Me ponía incomodo la situación sobre todo al verle esa mirada azul y seductora. Era un hombre que reflejaba el poder que demandaba el cargo que ejecutaba y eso a las mujeres les fascinaba. Eso al parecer mis ahora hormonas femeninas lo entendían perfectamente y se revolucionaban sintiendo ese cosquilleo desde mi estomago hasta mi parte más íntima.

Me puse de pie con la excusa de que había un cliente que me buscaba el cual se divisaba desde el ventanal en mi escritorio.

Si está bien. Me dijo, de vuelta de navidad hablaremos sobre el tema. ¿Te parece?

Si. Como usted diga y gracias por la confianza depositada en mi.

 Te lo mereces. Eso y más.

Me di vuelta para salir de su oficina y creí sentir su mirada incrustada en mi trasero.

“Alejandra” Me dijo  De verdad eres la más linda aquí y está decisión la tomamos con todo el personal varón de aquí. La opinión fue unánime. Eres la mejor.



(Me gustaria saber su opinion sobre la historia de Javy Xavy, que nos hagan saber que les parece la historia, que les ha gustado que no les ha gustado y que intrigas tienen sobre la vida del personaje de la historia.)