viernes, 16 de enero de 2015
!Virote por Dona!
octubre 02 de 1,999 es el año en que fue publicada esta historieta de cambio de cuerpo, afortunadamente en 2,015 gracias a que hay gente en el mundo que comparte sus tematicas de cambio de cuerpo se puede seguir dando beneficio a muchos quienes comparten esta fantasia. Asi como yo disfrute de los comics de Alex 2 años despues de que ella los publico imagino que mas de algun futuro blogger de 2017 quizas disfrute estas Captions quien sabe y si no los seguidores del presente igualmente espero la gocen.
domingo, 11 de enero de 2015
METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER CAPITULOS 22 Y 23
a ser el principal puntal para conducir los destinos financieros de la familia Polic. Para mí, su ausencia en las oficinas, era un respiro para no tener que mirarle a los ojos, luego de lo que había sucedido la noche anterior. Una vez más mi cuerpo de mujer, en el cual ahora deambulaba por la vida exitosamente, me conducía a comportarme inevitablemente de una manera de la cual posteriormente me arrepentía. No podía entenderme a mi mismo las actitudes que ahora tenía para desenvolverme en esta maravilla de anatomía en la cual misteriosamente habitaba. El haberme dejado besar por Franco y sobre todo haberle correspondido gustosamente aquel beso. Era lo más mínimo que había hecho, morbosamente hablando, desde que me había convertido misteriosamente en una mujer.
Estaba asustado, Franco parecía gustarme de verdad. Lo admiraba lo encontraba atractivo, y eso era algo que no me había sucedido desde estos 3 meses que llevaba viviendo como mujer. El definitivamente construía mágicamente un mundo nuevo para mí, un mundo que me agradaba y que se ajustaba de una manera casi idílica a mi nueva vida. El ser mujer a su lado hacía que el proceso fuera mucho más fácil y natural. Ahora que él, recién se ausentaba; ya comenzaba a extrañarlo en forma semejante a como una adolescente enamorada extrañaría a su novio que faltaba a clases en un día de colegio. Ya no sabía qué era lo que verdaderamente me interesaba más si tenerlo cerca o tenerlo lejos.
La secretaria que me habían asignado en este importante cargo, ingresó a mi oficina. Era una belleza de mujer, si yo estuviera en mi cuerpo de hombre de seguro que el morbo me carcomería sin piedad. Pero no sentía nada de esos deseos libidinosos de macho caliente. Sólo sentía por ella la admiración que siente una mujer por la belleza de otra mujer al menos era eso lo que creía entender en esos instantes o era lo que mi cuerpo de hembra me hacía sentir al contemplar a un ser que ahora era de mi mismo sexo.
Señorita Alejandra, como ya sabe soy Paula, su secretaria. Don Franco ya me entregó todas las instrucciones habidas y por haber con respecto a las funciones que desempeñaré como su asistente. Ahora espero las suyas.
Mucho
gusto Paula.. Bueno ya sabía que serías mi secretaria cuando nos presentaron
ayer. Puedes decirme ALejandr……a. no hay para que ser tan formales.
Está
bien. Siempre y cuando Don Franco este de acuerdo.
Para
empezar este será nuestro plan de trabajo….
Estábamos
planificando con Paula cuando nos interrumpió el llamado telefónico de mi
celular.
Pude
ver el nombre de Franco en la pantalla. Con cierto grado de nerviosismo le
contesté.
Hola Franco.
Alejandra
siento dejarte sola al comenzar este trabajo. Pero estoy seguro que no habrá
inconvenientes. Eres una persona muy capaz y yo confío que te desenvolverás
exitosamente en esto. Además Paula es una excelente secretaria, ella es mucho más
que una cara bonita. Es como tú, una belleza con inteligencia.
Esas
palabras me incomodaron un poco al ver que tenía razón. Sentí un poco de celos
al imaginar que quizás él y Paula habían tenido sexo. Ella era demasiado linda
y él era el jefe y heredero de todo este imperio comercial. Sería fácil
satisfacer sus caprichos de macho ganador. Ese tipo de macho que yo nunca fui
antes de que me sucediera esta extraña metamorfosis.
Si Franco, descuida, se cómo debe funcionar
esto.
Ante
cualquier duda solo llámame… aunque a la noche te llamaré para saber cómo
estuvo el día. Cuídate mucho. Recuerda que eres importante para mí.
Si claro…tu también cuídate.
No
podía hablar demasiado debido a la presencia de Paula. Sentía ganas de decirle
que lo extrañaba que necesitaba tenerlo a mi lado que era mi apoyo necesario en
esta nueva vida que era para mí como un príncipe azul de cuentos.
Pero
reaccionaba y me decía a mi mismo como podía imaginarme ese tipo de locuras. Me
sentía como un idiota lunático. Aunque quizás no estaba loco por reaccionar de
tal manera.
Después de todo habitaba un cuerpo de mujer y de una u otra manera
era lógico que respondiera así.
Alejandra, cuando regrese quiero explicarte
algunas cosas y espero que me comprendas.
¿Qué
cosas dices?
Ahora
debo colgar debo averiguar mas sobre este asunto cuando tenga más conocimientos
lo aclararemos, Adiós.
Espera
Franco, no entiendo,
Imagínatelo
tú. Piensa en lo que te ha sucedido en este último tiempo y hazte una idea a
que me estoy refiriendo.
Franco……..
No
hubo más respuesta y solo se escuchó el sonido desconectado de su teléfono.
Franco
parecía ser la persona que tenía la respuesta a mi Metamorfosis de Hombre a
Mujer. Eso me hacía esperar con más ansias de que llegara el momento de hablar
con él. Si bien era cierto ya estaba acostumbrado a ser quien ahora era. Sentía
que tenía el derecho a saber y comprender porque estaba en esta especie de
dimensión alternativa en que en vez de ser el hombre que antes era me había
convertido en esta hermosa mujer que tantos dividendos le otorgaba a mi nueva
forma de vivir.
Alejandra-
me interrumpió Paula- Tienes reunión con los ejecutivos portugueses que quieren
invertir en Chile y que pretenden manejar sus operaciones financieras a través
de nuestro banco. Y avisan que están esperando afuera.
Está
bien. Que pasen- le sugerí mientras me miraba al espejo como corroborando que
mi maquillaje estuviera correcto y dar la mejor impresión posible a los
ejecutivos extranjeros que ya ingresaban a mi imponente oficina.
Los
tipos quedaron encantados con la atención que se les brindó. Uno de los
Portugueses no tuvo timidez para alabar mi belleza física y al igual que muchos
ejecutivos reiteraban que yo era más que una cara bonita. y luego de hacer unas
llamada a su país durante la misma mañana ya firmaban el contrato que los
ligaría a nuestra empresa en el tema financiero.
Me
invitaron a almorzar en donde me contaron detalles del tipo de trabajo que
realizarían en nuestro país y que tenía relación con unas instalaciones de
parques eólicos para producir energía eléctrica.
Después
la podríamos invitar al terreno mismo para que usted Alejandra conozca nuestro
trabajo.
Sí
podría ser- le contesté- al tipo que me extendía la invitación. Aunque la
verdad no me interesaba en lo más mínimo. Si había aceptado ir a almorzar con
ellos, fue por cortesía, como una parte más de mi trabajo.
Aunque
los ejecutivos eran agradables. Mi mente estaba puesta en Franco y esperaba con
ansias el momento de que pudiéramos charlar y sobre todo ahora que parecía
tener respuestas al enigma de mi Metamorfosis.
Recordé
que Franco me llamaría. Además noté algo extraño en la forma de actuar del
ejecutivo, despertando en mí una cierta desconfianza hacia él. Por lo que me
excusé de aceptar la invitación.
Pero
señorita Alejandra. No va a despreciarme. Sólo quiero compartir con usted y
celebrar el contrato de nuestras empresas.
¿Y
el señor Dos Santos?
Creo
que no se sentía muy bien y prefirió quedarse en el hotel. Pero nosotros
podemos celebrar. Vamos señorita Alejandra acepte mi invitación.
Quizás
en otra ocasión, pero ahora no puedo. Espero un llamado importante de mis
superiores.
Pero
si no le voy a quitar mucho tiempo. Solo quiero que me acompañé. ¿No va dejar a
este extranjero en su país solo triste y abandonado?
¿Usted
cree que sería correcto aceptar su invitación?
Esto
es común en nuestro trabajo señorita Alejandra. Una ejecutiva a la altura de
usted debería saberlo.
El
tiempo en la capital se me hacía aburrido. Franco no estaba y era solo con él
con quien solía salir en mis pocos días que llevaba viviendo aquí.
¿Y
adonde quiere que lo acompañe?
A
tomar un café y charlar un momento nada más. Quiero que me informe sobre que
otros tipos de negocios se pueden hacer o invertir en este país. Usted debe
saber bastante del tema. De hecho tengo entendido que su trabajo consistía en
este tipo de asesorías.
Si, usted está en lo cierto desde que estoy en
el negocio bancario mi trabajo es tratar con inversionistas de menor y mayor
escalas.
Ahh
ve, por eso quiero platicar con usted.
Está
bien pero no tengo más de hora y media.
Trato
hecho.
Al
dirigirnos al taxi veía en él una mirada morbosa e insinuante. Me parecía un
juego sensual el que otro hombre me devorara con la mirada sintiendo deseos
hacia mí con esta figura y belleza que ahora poseía desde aquella enigmática
metamorfosis de hombre a mujer. Sentía que el ejecutivo portugués me subía la
falda con la mirada mientras caminaba tras de mí.
Fuimos
a una cafetería bastante elegante. Joao el ejecutivo me contó de su negocio este
era una de las tantas inversiones que tenía en gran parte de Sudamérica. Al
parecer era un tipo millonario y bastante atractivo. Debería tener unos 45 años
y pude ver en su mano derecha la marca de un anillo el cual seguramente se
había quitado para la ocasión.
Creí
que íbamos a beber un café y no un aperitivo.- le dije cuando nos servían unos
exóticos tragos propios de aquel bar.
Alejandrita,
vamos acompáñame esta tarde, por favor. Es solo para hablar de temas
financieros. Y si es amenizado por un buen trago, mucho mejor.
Le
hablé de las inversiones de moda en Chile y él me escuchaba con mucha atención.
Me dijo que le gustaba mucho este país y que el crecimiento que había logrado
en los últimos años era gracias a la fuerte inversión de capitales extranjeros
y según mis conocimientos tenía toda la razón en sus comentarios.
De
tantos viajes debe extrañar su familia- le dije.
Ya
estoy acostumbrado.
¿Y
su esposa?
Joao
hizo una pausa mirándose el lugar del ausente anillo.
Acabo
de separarme no es un tema que me agrade tocar. Espero me entienda.
Lo
siento.
Así
es la vida. No tuve la suerte de conocerla a usted antes. Usted parece ser una
mujer completa. Bella e inteligente.
Esos
comentarios me molestaban. Sentí el impulso de abandonar el lugar inmediatamente,
con una especie de asco que no lograba interpretar.
Este
tipo iba directo al grano. El hecho de que yo había cometido errores al
comienzo de mi extraña transformación cuando me dejé llevar por la curiosidad
de conocer y disfrutar de mi sexualidad femenina y había terminado teniendo
sexo como una mujer. Era una acción que quería evitar a toda costa. No debía
comportarme estúpidamente priorizando el pensar con la vagina y no con la
mente, tal como lo haría una mujer inteligente y de buenos principios. Así
quería ser desde que conocí a Franco.
Me
tomó de mis manos por sobre la mesa y comenzó acariciarlas a tiempo que me
hablaba en portugués. Reconozco que nuevamente mis hormonas comenzaron a
traicionarme; no sabía bien si era por el tacto de sus dedos o por lo sensual
que sonaba su voz con ese idioma extranjero con que a mí se dirigía.
Pude
volver a sentir ese cosquilleo en mi vientre y que viajaba mágicamente hasta
entre mis piernas.
Creo
que debemos irnos.- Le dije mientras intentaba apartar mi mano de las suyas. “Si
voy a ser mujer seré decente” pensé.
Pero
como ya se va a retirar. Esto recién comienza- Hizo un ademán pidiendo otro
trago que entre paréntesis era bastante fuerte porque a mi ya sentía que me
hacía efecto en mis neuronas.
Se
bebió el trago de un sorbo. Noté que estaba un poco molesto y ante mi negativa
de seguir con la velada se puso de pie tomando su elegante chaqueta.
Yo
la llevó a su casa.
No
es necesario puedo llamar a un taxi. Para que se va tomar esa molestia.
Por
el contrario es gratificante hacerlo. Créame Alejandra por favor ¿molestia?
Para nada.
Acepté
como una forma de dilatar la conversación y me subí al taxi en su compañía.
Podía darme cuenta como me miraba de pies a cabeza y sobre todo a mis muslos
que asomaban imponentes por mi falda arremangada e insinuante al ir sentada
junto a él en los asientos traseros del automóvil.
Definitivamente
eres muy linda Alejandra.- Dijo mientras sacaba una pequeña botella de whisky
de su bolsillo y luego de darle unos sorbos dejándola más abajo de la mitad me
la ofreció.
No,
gracias.- le respondí pero él ya la tenía prácticamente metida en mi boca.
Por
favor Joao cálmese – le imploraba a tiempo que le hacía a un lado la botella.
Me
sentía ridículamente incomodo en esa situación, Joao trataba de besarme el
cuello. Mientras una mano hurgaba por debajo de mi falda. Yo desesperadamente
luchaba contra eso locos impulsos del ejecutivo. No entendía como con unos
tragos había perdido la cordura pasando de ser un educado hombre de negocios a
un completo cavernícola deseoso de sexo.
El
tipo se abalanzó sobre mí con una fuerza incontrolable; Mi ahora menudo cuerpo
le era imposible defenderse ante el ataque de esos 1,90 mts. de hombre que loco
de calentura trataba de abrirme la blusa tratando de liberar mis tetas que bien
sabía yo podían volver hambrientos de deseos carnales a cualquier hombre y Joao
parecía ser un ejemplo de aquello.
No
podía ver la reacción del taxista debido a la incómoda posición en que me
encontraba. Ni siquiera me daba tiempo a pensar el por qué ni se inmutaba en
ayudarme. Quizás pensaba que Joao y yo éramos amantes y que este tipo de
“numeritos” lo hacíamos a menudo a bordo de algún taxi. De seguro esto hasta ya
lo habría vivido en otra ocasión, y lo consideraba una rutina más en su trabajo
cuando tenía a estos excéntricos tipos como clientes. Al típico extranjero
millonario que pedía una fina dama de compañía en cada una de sus estadías en
el país que visitaba. Pero yo no parecía una “puta”, bueno las damas de
compañía de este tipo de servicios tampoco lo parecen. Eso lo sabía muy bien
yo, cuando era hombre.
El
Portugués intentaba a toda costa besarme yo me le escabullía a puras penas
empujándolo evitando su roce; pero aún así sus intrépidas manos exploraban mis
muslos logrando a ratos exitosamente alcanzar la intimidad alojada entre mis
piernas que se protegían bajo mi diminuta tanguita y sobre las medias pantys
que tanto me desagradaban el tener que usarlas pero que en ese momento
agradecía el llevarlas puestas, ya que evitaban el contacto de la yema de sus
dedos con mi ahora suave piel de mujer.
Llegamos
dijo el taxista- Deteniéndose a las puertas de hotel Hyat uno de los más
elegantes de la capital.
No-
Dijo el portugués molesto - Usted siga, de unas vueltas más, aún no ha
terminado este viajecito.
No,
no deténgase por favor yo me bajo aquí- Dije nerviosamente.
Dije
que sigas. Yo soy quien paga este servicio.- dijo el portugués con un tono
autoritario que me daba temor.
Más
miedo me dio aun cuando sentí que el vehículo aceleraba como alejándose del
lugar.
Vamos,
compórtate como la “putita” que yo sueño que seas para mí. Ya ves que yo mando
aquí.- Decía mientras su cuerpo sobre el mío me intimidaba ya para entonces sus
manos subían mi falda. Dejando al descubierto mis caderas.
Señor
taxista. Haga el favor de ayudarme. - Me atreví a pedir ayuda.
El
taxista seguía conduciendo y para variar le subió el volumen muy fuerte al
radio ahogando el sonido de mis protestas.
Vamos
mamita. Déjate llevar.
Mi blusa abierta dejaba imponerse mis pechos por la sexy telita de mi sostén (brasier) a los cuales el tipo intentaba a toda costa besar. Mis piernas abiertas intentaban rechazar el ataque que cada vez se hacía más intenso e imposible de contrarrestar. Me di cuenta que Joao ya se había bajado los pantalones y pude sentir en algún movimiento de mis manos su pene endurecido que buscaba saciar sus oscuros instintos animalescos. De un tirón rasgó mis pantys y mis pequeñas braguitas quedaron a su disposición.
Sentí
su dedos explorando mi sexo de mujer por el lado de la sexy telita de mi ropa
interior.
Grité
fuerte pidiendo auxilio con todas mis fuerzas cuando sentí su pene ubicarse a
la entrada de mi canal intimo.
Joao
salió disparado hacia un lado ante una improvisada frenada del conductor del automóvil.
Traté
de incorporarme a puras penas tratando de arreglarme la ropa. La puerta del
carro se abrió.
Está
usted bien señorita. Disculpe yo….no sabía que usted… - Era el chofer del taxi
que se disculpaba muy asustado.
Yo
estaba tan desconcertado como el conductor que no sabía que decir creo que la
angustia disminuía la vergüenza de estar allí en ese lugar y en esa situación.
Llamó
el señor Dos Santos. Preguntando por el señor Joao y entonces me di cuenta de
mi error. Perdone usted. Si Don franco se entera de esto… ohh no quiero ni
imaginármelo.
Franco
lo entenderá no se preocupe usted .. por lo menos me salvó del bochorno y eso está
bien.
Joao
se incorporó dirigiéndose a nosotros en forma amenazante.
Aquí
yo doy las órdenes. Decía el portugués casi apenas sosteniéndose en pie. Y
acercándose a mí.
Retrocedí
unos pasos hacia atrás y el tipo se fue de bruces al suelo.
En
ese momento llegó el otro ejecutivo al lugar logrando calmarlo.
Disculpe
señorita Alejandra. Joao se pierde cuando bebe. De verdad siento mucho lo
sucedido. ¿esá usted bien?
Sí,
estoy bien. Creo que también fue mi culpa nunca debí aceptar la invitación.- Lo
decía muy acongojado frente a aquella bochornosa escena de la cual era yo
protagonista.
¿Quiere
que la llevemos a su departamento?
Por
ahora prefiero estar lejos de ustedes. Pero no se preocupe usted.
Pero
también me preocupa lo que dirá el señor Polic. Por lo sucedido.- Decía Dos Santos
- El es una persona muy recta y delicada en asuntos como estos.
Eso
lo veremos después.
Levanté
mi mano para detener un taxi que se aproximaba. – Eso lo discutiremos mañana.
Cuando el señor Joao este en buenas condiciones.
Una
vez en mi habitación ya bañado vine a reaccionar por lo que había pasado.
Estuve
a punto de ser violado o violada me dije y rompí en llanto como una verdadera
mujercita. Aun no me calmaba del todo cuando sonó mi teléfono móvil.
Era Franco que me llamaba.
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